miércoles, 30 de abril de 2014

¿Dormimos lo suficiente? Consecuencias de dormir pocas horas

La importancia de dormir bien es una necesidad vital y beneficiosa tanto para el organismo (liberando hormona, regenerando células, eliminando toxinas, etc.) como para nuestro cuerpo físico. De igual forma la calidad del sueño puede considerarse equiparable a llevar una BUENA ALIMENTACIÓN o PRÁCTICAR ACTIVIDAD FÍSICA de manera regular. Un sueño reponedor permite cumplir de mejor forma con las exigencias diarias, pero también ayuda a controlar el estrés y a mantener un estado de ánimo equilibrado.

Aunque llevamos un ritmo de vida muy acelerado, los espacios de descansos son muy importantes para mejorar la calidad de vida de las personas y mantenerse activos durante cada día.
Según gran variedad de estudios dormir un mínimo de 7 u 8 horas diarias es primordial para evitar que la falta de sueño afecte a la memoria, energía, capacidad de concentración y disminución de la capacidad para alimentarse y entrenar correctamente al no disponer del estado de ánimo y de la capacidad de concentración necesaria. Además, cuando el cerebro está agotado no es capaz de diferenciar esta fatiga de la falta de glucosa a lo que responde activando los mecanismos que generan la necesidad de ingerir alimentos ricos en azúcar. Esta es la razón por la que estados de alta fatiga física o psicológica generan esta necesidad, por todos conocidas, de comer dulce. Debido a esta fatiga el organismo tratará de evitar que hagas ejercicio puesto que la prioridad es mantener la energía en lugar de gastarla. Hay quien recurre a estimulantes para vencer estos mecanismos propios del cerebro pero, evidentemente, no es la solución.
¿Qué beneficios nos reporta el descanso?
Para alcanzar un sueño profundo en este periodo, lo que se logra adquiriendo ciertos hábitos, tales como establecer una hora fija de sueño, evitar comer alimentos pesados y en la noche y preferir la lectura antes de la televisión al momento de ir a la cama.
Se regeneran y oxigenan las células.
Al dormir, nuestra piel descansa y las células se regeneran y oxigenan con mayor facilidad. Específicamente en los ojos, la Rodopsina (pigmento sensible a la luz) logra renovarse recuperando el esfuerzo realizado durante el día.
Ayuda a mantener un peso adecuado.
Cuando el cuerpo no descansa lo suficiente, presenta una tendencia a acumular grasas y es más difícil quemarlas. Un cuerpo descansado ayuda a mantener el peso o incluso a perderlo más fácilmente, ya que cuando dormimos poco producimos mayor cantidad de hormona Ghrelina, que aumenta el apetito.
Favorece el control de enfermedades como la hipertensión y diabetes.
Cuando no descansamos lo suficiente corremos el riesgo de aumentar nuestra tensión arterial, haciendo más alta la probabilidad de contraer hipertensión y/o diabetes por el incremento de producción de Cortisol.
Cuida el corazón.
Durante el sueño también disminuye la frecuencia cardíaca para que las células coronarias y los tejidos puedan repararse. En este momento nuestro organismo libera la melatonina y la hormona del crecimiento para desarrollar estas tareas.
Mejora la capacidad de intelecto.
El descanso es fundamental para mejorar nuestra actividad intelectual. El cerebro necesita varias horas de desconexión para procesar toda la información acumulada durante el día.
Incentiva la coordinación física.
Una actividad psicomotriz no puede ejecutarse si el cerebro no está descansado. Si vamos a conducir o a realizar un trabajo que implique riesgos, el descanso no sólo es aconsejable, sino que imprescindible.
Cómo se manifiesta un mal descanso
La falta de un sueño reparador puede afectar al organismo de diversas formas, algunas de las que pueden percibirse más frecuentemente son:
- Dificultad de la visión.
- Hipersensibilidad a los estímulos de luz.
- Reducción de la capacidad de lectura y de la concentración.
- Sensación de cansancio constante.
- Problemas gástricos.
- Falta de energías.
- Mal humor e irritabilidad.

Pero a veces debido a nuestro estilo de vida no nos resulta sencillo seguir estos consejos. Los efectos más o menos comunes vinculados con la falta total o parcial de sueño son muy variados.
La irritabilidad, el dolor de cabeza, la distracción, la mala memoria o la melancolía son algunos de los efectos más conocidos vinculados a la falta de sueño. Sin embargo, muchos otros problemas de salud, tanto a nivel físico como psíquico, tienen origen en el insomnio.
Estar despierto cuando el organismo quiere dormir perjudica el metabolismo, lo que a su vez afecta a la resistencia a la insulina y de diabetes tipo 2. Además, la falta de sueño provoca un desequilibrio hormonal que aumenta el apetito y disminuye el control de los impulsos, combinación que conduce directamente al aumento de peso u obesidad.

Un estudio llevado a cabo por la Universidad de California con alumnos de la escuela secundaria reveló que la supresión de la clase más temprana, de 7:30 a 8:30, mejoró los resultados en un 2 por ciento en matemáticas y en un 1 por ciento en lectura. Pruebas similares en grupos de adultos también mostraron que el sueño prolongado repercute favorablemente en la capacidad de estudio.
Un conductor semidormido no es mejor que uno borracho, según los neurólogos. SI los accidentes causadas por el duermo al volante son comunes, en el caso de los pilotos, residentes médicos y otros profesionales que deben estar despiertos muchas horas también existe un riesgo elevado de accidente o de negligencia.
La falta de sueño también amenaza al sistema inmunológico y a la defensa natural del cuerpo contra los microorganismos. La revista ‘Psychosomatic Medicine’ recoge un experimento con 19 personas que se vacunaron contra el Hepatitis A a los que se sometió a diferentes horarios de sueño. Diez durmieron por espacio de 8 horas y el resto no durmió en absoluto. Al cabo de 4 semanas los primeros presentaban casi el doble de anticuerpos de Hepatitis A. “El sueño debe ser considerado como un factor fundamental en el éxito de la vacunación”, escriben los investigadores.

Estudios realizados en 2013 demostraron que un sueño anómalo afecta negativamente a la actividad genética. Un experimento demostró que pasar una semana durmiendo menos de 6 horas cada noche deriva en un comportamiento anormal de 700 genes, algunos de los cuales participan en el control de reacciones inmunes y de estrés.

    Todos tus sueños pueden hacerse realidad si tienes el coraje de perseguirlos.  Walt Disney


2 comentarios:

c